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Llego 20 minutos tarde a la entrevista, algo que parece no importarle a Mauricio.

 

- Vamos a mi lugar, dice.

 

Mientras lo sigo hacia la sala de su apartamento, lo detallo con lupa. Tiene el pelo corto y negro. Sus músculos son fornidos y su cintura angosta. Lleva una sudadera negra tan apretada que me preocupa la resistencia de sus costuras allá abajo. Sus ojos cafés irradian lujuria y su piel canela refleja los pocos rayos de sol que entran por la ventana. Aunque a primera vista aparenta ser un macho muy macho, las delicadas maniobras las con que coge un vaso de agua para luego pasármelo delatan su tendencia de “Taxi Boy”. Lleva un anillo color plata en el dedo índice de su mano izquierda y un rosario en el cuello.

 

Mauricio, mejor conocido como “@MauricioErotic” en Twitter, fue arrastrado por su debilidad ante los deleites carnales hacia el mundo de los escorts, al que entró a los 19 años. Desde entonces, este joven ha tomado su necesidad vital como carrera y fuente de sustento.

 

Ante la insistencia de Mauricio, cabe aclarar de entrada que el servicio prestado por un escort no se asemeja al suministrado por un prostituto, pues el ofrecido por el primero no necesariamente incluye el acto sexual. El escort es un acompañante remunerado exclusivamente por prestar su compañía en sitios públicos. Si la situación se extiende al lecho es porque ambas partes así lo quieren.

 

Para complementar sus servicios, Mauricio se especializó en masaje tántrico en el exterior y siguiendo sus preferencias, estudio las artes de complacer tanto a mujeres como hombres a través de las manos.

 

¿Separa usted el placer de los servicios que presta?

 

¿Cómo separar el sexo del placer? Claro que no. Además soy consciente de que si disfruto el momento, mi cliente también lo hará, por lo que busco gozármelo de principio a fin. Sin embargo, no siempre se encuentra gusto en la persona como tal, por lo que en el 80% de los casos tengo que esforzarme más y buscarle el lado amable a cada quien para disfrutar el momento.

 

Sus ojos se iluminan y una sonrisa pícara se asoma por su boca. Supongo que esta reacción se debe al recuerdo momentáneo de alguna experiencia pasada, que seguramente le causó una entera satisfacción. Sus manos se mueven, como sí quisiera revivir aquella fantasía que sus ojos delatan. Mi incomodidad aumenta, sin embargo trato de sobreponerme y continúo con el hilo de la entrevista.

 

He oído un poco acerca de los masajes tántricos, no obstante aún tengo dudas sobre lo que significa. ¿Me explicaría en qué consiste?

 

El masaje tántrico es una técnica hindú que busca liberar la energía, sobretodo la sexual, que retenemos en nuestro interior. Esta energía, que afecta nuestro ser causando estrés, dolores y problemas sexuales, es liberada de buena y provechosa manera mediante mis masajes. Es como activar una segunda batería que tenemos dentro.

 

Todas y cada una de sus palabras, al igual que los ademanes, evidencian la fuerte autoestima de Mauricio y el orgullo que le generan sus dotes de amante.

 

¿Cómo incluye el masaje tántrico dentro de su servicio?

 

Mi prioridad dentro del servicio es el masaje, por lo que el sexo lo ofrezco como un plus y no como algo indispensable. A mi parecer, el happy ending no es enteramente necesario. Retomando el masaje, cuando se elige esta opción, me lleva por lo general treinta minutos practicar el servicio. Se puede completar la hora con más masaje o si el cliente tiene alguna petición de tipo sexual, se le cumple. ¡Sus deseos son órdenes para mi!                                                                                                                                                                                                                                                                                 ¿Tuvo algún tipo de formación para poder realizar este tipo de masajes?

 

Sí. Viví un tiempo fuera del país y allí conviví con hindúes que me mostraron e iniciaron en el tantra. Posteriormente, decidí entrar a una academia especializada en estos masajes por un año.

 

¿Cuál considera que es la característica física o sexual que hace que sus clientes lo prefieran a usted?

 

Físicamente me dicen que soy bonito. Sin embargo, yo no tiendo a pensar en la belleza como algo visual, sino más bien como una cuestión energética. Sexualmente energética. Considero que el ser humano es un ser sexual por naturaleza, por lo que se mueve siempre en torno a sus pasiones carnales y se siente atraído por aquella persona con altas cantidades de esta energía. Eso es lo que los demás llaman belleza.

 

-Dame un segundo- Se pone de pie y camina hacia el baño. Aprovecho su ausencia para revisar su Twitter en mi celular. Su perfil está lleno de fotos que corrompen mi limitado conocimiento sobre los placeres mundanos. Prolongo el stalkeo prudentemente hasta el regreso de Mauricio.

 

¿Qué tan discreto es el servicio que usted presta a sus clientes?

 

En lo posible trato que todo sea muy discreto y oculto, ya que manejo mucha gente de closet, como militares, policías y gente de la farándula. Estos clientes prefieren mantener sus gustos camuflados. Es por eso que evito siempre hablar de las personas que recurren a mis servicios.

 

Su expresión facial se ve un poco incomoda. Se muerde el labio inferior y me mira con ojos de afán, como con ganas de salir rápido de mi interrogatorio. Sigo adelante.

 

¿Permite que sus acompañantes se refieran a usted por su nombre o tiene algún seudónimo?

 

Entre mis clientes fieles y conocidos, permito que nos tratemos con el nombre de cada uno. Sin embargo, es mejor mantener un seudónimo, sobre todo con clientes nuevos que tienen familia y que encuentran en el anonimato la mejor forma de mantener su vida real en secreto. A pesar de esto, no falta el cliente que desea averiguarme la vida y buscarme en las redes sociales, lo cual me resulta poco conveniente. 

 

Con cierta curiosidad sobre sus inicios como escort, ¿nos podría contar de qué manera  y a qué edad se inició en esta forma de trabajo?

 

Inicié trabajando en un sitio reconocido, del cual no diré el nombre, a los 19 años. Allí me pagaban muy mal, por lo que comencé una búsqueda de nuevas opciones. Recordé que alguna vez un amigo me había hablado del trabajo como escort. Hice un par de averiguaciones con personas que se dedican al oficio e investigué por mi propia cuenta otro tanto. Finalmente, decidí trabajar como independiente.

 

¿Es este un trabajo temporal o lo proyecta para su futuro?

 

Lo considero temporal, aunque es algo que me agrada mucho, entonces si decido dejar lo de escort, no me cierro a la posibilidad de que lo vuelva a hacer o lo realice de vez en cuando.

 

En la relación sexual, ¿usted adopta tanto una posición activa como una pasiva, o solo una a la vez?

 

Me considero alguien versátil, por eso la posición que realizo depende del cliente: hay algunos que piden tanto la activa como la pasiva; otros ya tienen su preferencia  por alguna de los dos. Sin embargo, no me cierro a ninguna, porque yo pienso que en la variedad está el placer.

 

Como usted lo dijo, “en la variedad está el placer”. ¿Nos podría contar si se ha involucrado sentimentalmente con alguno de sus clientes?

 

¡Jamás!, eso sí lo tengo muy claro. Es mejor mantener la distancia  y evitar este tipo de vínculos amorosos. Pese a esto, no te niego que he tenido clientes que me han pedido un noviazgo, irme a vivir con ellos y hasta matrimonio.

 

Actualmente, ¿posee usted una relación amorosa con alguien?

 

No, prefiero estar solo. El tener una relación en este ambiente puede ser complicado, ya que muchos no lo toleran del todo, entonces habría que manejar una red de mentiras y de cosas ocultas. Prefiero estar solo.

 

¿Qué tipo de cosas se niega a realizar dentro de una sesión?

 

Hay cosas que no me gustan y que por seguridad integral no las hago, ya que me podría ver afectado tanto física como emocionalmente. Por ejemplo: golpes, sadismo, entre otras cosas muy fuertes. Generalmente, mis servicios son suaves y relajados.

 

Su respuesta me confunde un poco, pues en su página de Twitter Mauricio expone una imagen en la que, encadenado y forrado en ropa de cuero, evoca escenas de BDSM.   No digo nada al respecto y me guardo la inquietud.

 

Está claro que usted se ofrece como acompañante de hombres, pero ¿alguna vez ha ofrecido sus servicios a una mujer?

 

Después de haberme declarado gay, me he metido con varias mujeres. Sin embargo, no me resultan igual de excitantes que los hombres. El nivel de placer es diferente. No digo que no sea rico estar con una, pero no me llenan del todo. Yo creo que el ser humano es bisexual por naturaleza, solo que se le inculca desde pequeños la heterosexualidad. Yo por mi parte soy más gay que bi, pues considero que “el que prueba caviar no vuelve a los frijoles”. 

 

Recuerdo que una vez una mujer me contrato exclusivamente para un masaje, pero en el transcurso de la sesión ella me indico que estaba muy excitada y que si podía tener sexo conmigo. Yo accedí, ya que es mi trabajo y no me incomoda estar con una mujer.

 

Interesante la teoría de este hombre. Ya alguna vez había leído un fragmento de Freud que planteaba lo mismo. ¿Será que es cierto?

 

Mauricio empieza a morderse las uñas con ansiedad. Siento que esta es otra de las tantas preguntas que lo han indispuesto a lo largo de esta entrevista. Su incomodidad me irrita y pone nerviosa, por lo que concluyo el encuentro agradeciéndole por su tiempo y buena disposición. -Con mucho gusto, espero que le des un uso adecuado a esta información.

 

 

 

 

 

 

Los servicios subrepticios de un Escort

Melissa Roa

Esta entrevista habla de la vida y experiencias de Mauricio, un escort bisexual que además de ofrecer servicios sexuales y de compañía, realiza masajes tántricos. Este es un servicio lleno de secretismo y pudor, que dan apertura a las puertas de la imaginación.

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